Hace casi un año trasladé mi despacho a L’Estany, un pequeño pueblo de 250 habitantes a mil metros de altura en la comarca del Moianès, para escapar de las aglomeraciones y agobios que me producía la gran ciudad y así poder concentrarme en mi trabajo, que tanto me apasiona, y conseguir ser mucho más productivo en menos tiempo. Aquí estoy buscando el equilibrio entre mi vida profesional que tanto me divierte, y que va a una velocidad de vértigo, y mi vida personal, que he decidido que no vaya al mismo ritmo que mi día a día profesional. Lo estoy intentando, y sigo comprando por Internet por la sencilla razón de ganar tiempo y así tener una mejor calidad de vida.
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