1 de Diciembre un día muy especial

Tenía la necesidad des de hace varios meses de escribir un post sobre mi profesión, mi vocación y mi pasión…. el gran y bonito mundo de la Ferretería y el Bricolaje. Pero he decido escribirlo sobre el 1 de Diciembre, quería publicarlo el mismo día, pero me ha sido imposible.

Seguro que muchos os estáis preguntando ¿porque? ¿que tiene de especial el 1 de Diciembre? ¿Porque el 1 de Diciembre y no el 2 ó el 20 de cualquier otro mes?
Otros, (y por lo que se, bastantes) que habitualmente leéis mi blog y sois de mi mundo ya sabéis el porque.

El 1 de Diciembre es San Eloy Obispo, patrono de los agricultores, de los relojeros, de los joyeros, de los herreros, de los metalúrgicos, de los mineros y de los fabricantes de lámparas y cestas, de los garagistas, y también de los veterinarios. Pero sobre todo, patrono de los ferreteros, de los orfebres y de las platerías.

El primero de Diciembre era un día, que por tradición era fiesta en nuestro sector y se celebraba con mucha pasión, hasta el punto que muchas ferreterías cerraban y hacían fiesta, San Eloy era celebrado por todos, actualmente se ha perdido esta tradición y el día de nuestro patrón trabajamos igual que cualquier otro día, es una lástima que se haya perdido esta fiesta en un sector tan tradicional como el nuestro. Podríamos volver a reactivar esta fiesta y volver a celebrar el día de nuestro patrón, ¿no?

Eloy o Eloi es un nombre propio procedente de Francia (Saint Eloi, San Eligio) del latín Eligius, derivando a «Eligio» que viene del verbo eligere que significa elegir. Su significado final es: «Aquel que ha sido elegido» «El predestinado». 

Eloy (588-660) Obispo de Noyon, hijo de Euquerio y de Terrigia, de origen galo-romano, nació en Chatelac, cerca de Limoges (Francia) en el año 588 y de bien pequeño su padre le hizo trabajar los metales bajo la dirección de Abon, que era el encargado de fabricar las monedas en Limoges. Durante el Siglo VII fue un personaje francés y llegó a ser el orfebre más reconocido de toda Francia. (Orfebre es quien labraba objetos de plata u oro).

De pequeño ya destacaba por su profesionalidad, aprendió el arte de la orfebrería y se fue a París. Allí conoció a Clotario II, que era el tesorero del Rey y fue Clotario II quien le encargo un trono de oro y piedras preciosas. Fabricó dos tronos y dejó a todo el mundo admirado por su gran trabajo. El Rey lo nombró jefe de la casa de la moneda. Vivió durante años ayudando a los pobres y esclavos mientras trabajaba para el Rey.

Cuando le pidieron que jurara fidelidad al Rey, el se negó porque decía que Cristo decía que no juren por nada, a parte de que tenía miedo a que el Rey le mandara cosas en contra de su conciencia. Consiguió el reconocimiento del Rey y con el cambio de Rey, Dagoberto, le regaló en Limousin un terreno, donde construyo un monasterio de hombres y años después le regalaron uno en París donde fundó el de mujeres.

Enseñó el oficio de orfebre a muchas personas, por su bondad fue elegido Obispo de Rouen, predicaba diariamente y muchos se burlaban de él, pero su constancia y dedicación consiguió convertir a la mayoría pagana al cristianismo.