Hace unas semanas, mi buen amigo Carles Argemí me pidió que diera una clase durante la VIII edición del Santander Yuzz, un programa dirigido a jóvenes de 18 a 31 años con una idea de negocio innovadora. Entre todos los candidatos se selecciona a veinte jóvenes emprendedores que reciben soporte de forma gratuita, formación y asesoramiento durante cinco meses, para elaborar un plan de negocio basado en una idea de base tecnológica. El mejor emprendedor ganará un viaje a Silicon Valley, donde tendrá acceso a foros de financiamiento, asesoramiento en internacionalización y contactos con inversores. A la vuelta competirá con los mejores proyectos a nivel nacional, para una dotación económica para acelerar el desarrollo de su proyecto.
Para llegar a ese punto, previamente han tenido que formarse adecuadamente y presentar el proyecto, mediante un elevator pitch de cinco minutos y una presentación de no más de diez o quince diapositivas, ante un inversor. Durante la clase les hablé de los cuatro valores imprescindibles que ha de tener un proyecto: el sueño, el compromiso, la actitud y la pasión, y de cómo hablar en público. A continuación, durante dos horas, les expliqué cómo preparar un elevator pitch.
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