Siempre que finaliza un año nos marcamos metas y objetivos para el siguiente. Ante ello, la pregunta es: ¿tenéis claro lo que queréis?
A finales de 2006 realicé un curso de veinticuatro horas durante tres días. El formador habló de metas y nos dijo: “Mañana no entrará nadie a la sala si no entrega una lista con sus objetivos, pondré a una persona en la puerta para verificarlo”. Pensé que nos estaba tomando el pelo, pero al día siguiente vimos a un hombre en la puerta pidiendo los papelitos. Y me dije: “No hay problema, cojo una hoja de papel y un lápiz y apunto cualquier cosa”. Pero en ese momento me di cuenta de algo muy importante: no sabía lo que quería.
Fotografia © jasleen_kaur, distribuïda con llicència Creative Commons BY-2.0
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